La forma en que experimentamos nuestra sexualidad tiene mucho que ver con nuestro cuerpo: cómo nos gusta tocar y ser tocados, cómo respondemos a diferentes tipos de estimulación o problemas fisiológicos que pueden cambiar nuestros deseos y respuestas sexuales. Pero ese no es todo, también es importante considerar que una gran parte de nuestra vida sexual se define por las cosas que hemos aprendido a lo largo de nuestra vida y por como concebimos el sexo.
Aunque existen ciertos problemas de salud que pueden afectar a nuestra vida sexual, muchas de las personas que los sufren deben prestar más atención a sus mentes en lugar de a sus cuerpos. Así es como sabemos que el efecto placebo es real y entendemos que a veces lo que parece un problema físico puede estar en nuestras cabezas. El Dr. Logan Levkoff, sexólogo clínico y educador sexual afirma:
"Hay una gran cantidad de implicaciones sexuales que provienen de nuestra psicología, nuestra educación, nuestra niñez o adolescencia y los mensajes que recibimos de la cultura y los medios. Estas cosas contribuyen a cómo nos vemos a nosotros mismos como seres sexuales y cómo entendemos la sexualidad, consentimiento y relaciones".
¿De dónde sacamos nuestras creencias sobre la sexualidad?
Independientemente de la cultura en la que crezcamos, escuchamos mensajes sobre la sexualidad de forma cotidiana. ¿Qué es el consentimiento? ¿Cuáles son los roles sexuales de hombres y mujeres? ¿Cuándo es apropiado o no tener relaciones sexuales? ¿Qué tipo de relaciones permiten el sexo? ¿Son aceptables la masturbación, la pornografía y las relaciones no heterosexuales?
Comentarios (0)